Los importadores y exportadores han optado por transportar sus mercancías desde y hacia el puerto de Barranquilla con buques de bajo calado, para evitar el desvío de las mismas, debido a las continuas restricciones que se registran en el canal de acceso.

Así lo confirmó el presidente del Puerto de Barranquilla, René Puche Restrepo, tras calificar de preocupante la reiterada situación en el canal.

“Los importadores han contratado buques más pequeños ante las restricciones de calado. Las exportaciones de coque que están disparadas en 25% también usan buques de menor calado previendo este tipo de situaciones. El hecho es preocupante y esta situación de inestabilidad del canal de acceso no la podemos seguir viviendo. Los puertos han hecho cuantiosas inversiones y no podemos continuar con esta situación de inestabilidad”, declaró Puche Restrepo.

Lamentó la desmejora en las profundidades que se presentan en la zona próxima a la boca, lo que ha representado una baja de 1,4 metros en el calado operacional. Ello atribuido, fundamentalmente, al ingreso de la sedimentación marina a la boca del canal de acceso.

Aseguró que esto pone en evidencia que los tajamares, especialmente el oriental, cuya estructura se encuentra colapsada, no estén cumpliendo su función, por lo cual el calado operativo hoy se encuentra en 8 metros.

“Esto es preocupante porque el canal se ha venido cerrando de manera muy rápido en la boca”, reiteró.

Pese a que no han sido desviados buques, para esta semana se tiene previsto el arribo de dos embarcaciones que sí tendrían problemas. El primero de ellos con un calado de 8,15 metros y cuyo ingreso es materia de evaluación. Y el segundo sería desviado a Cartagena porque el 70% de su carga habría que sacarla para que pueda entrar a Barranquilla.

Además, si bien para el miércoles de esta semana está previsto el arribo de la draga, para otro mantenimiento de urgencia, lo que no está claro es si puede empezar su trabajo de manera inmediata.

“Con  la Ministra de Transporte se ha venido hablando del tema y ha pedido paciencia porque quieren evaluar la situación financiera de la APP. Una primera evaluación que hicieron la FDN (Financiera de Desarrollo Nacional) y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), concluyó que la APP no tiene cierre financiero. Y además ellos también quieren resolver unos temas ambientales”, explicó.

La Ministra de Transporte, Ángela María Orozco ha solicitado un plazo de 6 a 8 meses para resolver estos temas.

Por esto, ante reiterado panorama que se viene presentando en el puerto de Barranquilla, se viene estructurando una propuesta sobre la posibilidad de que el sector privado se haga cargo de la navegabilidad del canal, mientras el Gobierno realiza los trabajos que debe hacer.

“Hay que separar la APP de las necesidades inmediatas que tiene el canal de acceso. La APP va desde Bocas de Ceniza hasta Puerto Salgar (Cundinamarca). Pero hoy tenemos unas necesidades inmediatas en el canal de acceso”, anotó.

Para ello un experto evalúa las estimaciones de volumen de sedimentos por año, teniendo en cuenta el comportamiento de años anteriores.

Así, por ejemplo, se tiene que desde el primer dragado de emergencia, en febrero de 2016, hasta la fecha, se han realizado 15 trabajos, para una remoción de 3,5 millones de metros cúbicos, por valor de $65 mil millones.

En cambio, las estimaciones que se proyectan darían una cifra menor que la que se ha venido dragando, ello debido a que entre el 25 y 30 por ciento del costo incluye los valores de movilización.

“Si nos vamos a gastar todo ese dinero es preferible hacer el dragado con un equipo permanente en el puerto”, afirmó.

La propuesta, que será presentada el 10 de octubre a la Ministra de Transporte, tendrá un período determinado.

“El Gobierno está en deuda con nosotros. Sin embargo, nosotros queremos hacer parte de la solución para garantizar la navegabilidad en el canal de acceso mientras el Gobierno hace lo que tiene que hacer”, expresó Puche Restrepo.

Finalmente recordó que así como para 2019 no aparecen recursos en el Presupuesto General de la Nación para el puerto, lo mismo ocurrió en la presente vigencia fiscal, por lo cual hubo necesidad de arbitrar dineros en la medida que lo han requerido las emergencias.